El rugby es como el trigo, una espiga sola no sirve de mucho , un rugbier solo tampoco. Ya es hora de aprender a ser unidos y trabajar por el bien común, dejando de lado colores y egoísmos.

Durante todos estos años, tuve  la suerte de trabajar al lado de grandes maestros del periodismo, junto a gente que admiro y me es muy querida,  también con amigos del alma, esos hermanos que me dio el rugby.

También tuve la fortuna de trabajar siempre donde quise y de irme de donde ya no me sentía cómoda.

Tuve aciertos y errores y de estos errores es que aprendí mas.

Soy de las más antiguas, según los Búhitos porque conozco cuentos e historias “hasta de sus papas cuando eran chicos” de aquella época en que íbamos a la cancha con una libreta y bolígrafo, cuando usábamos las pesadas máquinas de escribir y de la época en la que sólo nos bastábamos con una máquina, una radio y un teléfono para pasar la información.  Cuando estar informados de todo era un requisito indispensable para ejercer la profesión.

Conocí el rugby cuando el requisito indispensable era participar de un largo Tercer Tiempo, incluso a veces hasta amanecer hablando del partido, pero hay algo que no cambio, continuo predicando un rugby con valores.

Ahora muchas cosas cambiaron, el mundo es otro, absolutamente otro. Las computadoras, los celulares, internet, las palm, y la tevé por cable han modificado la forma de la comunicación, es muy buena la tecnología pero para mí el mejor grupo sigue siendo aquel donde un grupo de jugadores, y amigos compartiendo historias y algún refrigerio, cuando pasábamos horas hablando del deporte y soñando jugadas, imaginándonos un rugby perfecto.

Los cambios llegaron y uno debe aceptarlos para crecer. El rugby ya es profesional en casi todo el mundo y eso está bien,  siempre y cuando no se pierdan los valores y hacer amigos siga siendo lo más importante de este deporte tan noble.

Por eso éste blog que presento a partir de ahora. No cambiará la esencia de lo que pienso del periodismo, pero sé que encaro una nueva forma de comunicar. No me será fácil, pero sé que lo hare y desde acá seguiré apoyando, informando y contando cuentos y anécdotas, que si son muchas.

El blog me permite no sólo libertad de expresión e intercambio permanente con los futuros lectores -pocos o muchos; no es eso lo más importante-, sino que me permite seguir vinculado con la profesión y volcar todo lo que vengo escribiendo de rugby desde hace muchísimo tiempo.

Este será un lugar de rugby, pero yo al rugby, como al resto de las cosas de la vida, lo interpreto desde lo filosófico y con pasión.  Así que no será un espacio exclusivamente de resultados ni de tratamiento de los grandes temas para eso están los medios convencionales. Estarán sí, pero desde otra óptica y cuando la ocasión lo amerite.  Eso sí habrá más líneas para la opinión, para los personajes conocidos y no, para los clubes grandes y chicos, para los escenarios, para las polémicas, para los reportajes, para los libros, para las curiosidades, para el recuerdo, para Los Yakares, los Pumas, los Teros…, para los infantiles, para los juveniles, para el amateurismo, para el profesionalismo, para resaltar permanentemente la filosofía, y el espíritu,  para fomentar el respeto, y el juego limpio.

Quiero aclarar que espero  que éste blog también me sirva como medio de vida en el sentido económico. Puede ser que este espacio tenga publicidad, pero antes estableceré reglas de juego: ningún aviso condicionará mi opinión. No traicionaré mi esencia. Y confío en eso porque, sin soberbia, ese es el camino que recorrí en todo este tiempo. Así me lo enseñaron mis viejos maestros. Y así lo aprendí también del rugby: de lo que me contaban en esas largas charlas los amigos, y de lo que aprendí de tantos años transitando el mundo de la ovalada, escuchando a los maestros silenciosos de éste deporte.

Para mí, próxima ya  a los 53 años, éste es un mundo nuevo y un gran desafío.

Este espacio no será sólo mío, ustedes son los verdaderos protagonistas, yo solo un puente entre el deporte y la gente,  les pertenece, claro, a ustedes también. Ojalá lo podamos vivir juntos. Bienvenidos, entonces.

Contribuir a un mundo mejor , utilizando el rugby como instrumento para unir naciones, fomentar la paz y la amistad.