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LA HISTORIA DE LA PELOTA OVALADA
William Gilbert (1799-1877) fue un zapatero, proveedor oficial de la Escuela de Rugby, por entonces los
zapatos eran un artículo de lujo, que sólo se desechaba cuando ya no había forma de remendar, o sencillamente ya no entraban los pies de su dueño... Gilbert vivía muy próximo a la famosa public
school donde atendía una pequeña tienda en el número 5 de la calle St. Mattew de Rugby en Inglaterra.
Pronto cayó en cuenta que la nueva modalidad de fútbol que se estaba jugando en la referida escuela, podía
resultar en una oportunidad de buenos negocios. De hecho que él no fue quién inventó la forma de hacer las pelotas, pero si le buscó la vuelta a la forma, a los efectos de que fuera más fácil de
transportar con las manos.
Así fue como comenzó a recorrer las casas de campo buscando los cueros de animales más apropiados para
manufacturar las envolturas. Cortaba el cuero en cuatro piezas, las cosía y luego las dejaba secar. Así se fabricaba la envoltura en la que se introducía una vejiga de cerdo (eso le permitía
adquirir la original forma ovoide) y luego se le insuflaba el aire soplando 'a pulmón' a través de una boquilla de pipa. Para finalizar, se cerraba el orificio de la envoltura con un cordón de
tiento dando lugar a un balón no del todo redondo ni del todo puntiagudo por tanto está claro que aún el balón no había alcanzado aún su forma definitiva actual.
Hacia el año 1860, el químico británico Charles Hanson Greville Williams descubrió que el caucho natural era
un polímero del monómero isopreno y hacia 1870, el caucho reemplazó definitivamente a la vejiga.
Para esa misma época Richard Lindon, otro artesano de Rugby, había fabricado la primer cámara de caucho
inflable que se utilizó en una pelota de rugby. En un primer momento estas pelotas se revelaron menos resistente que las Gilbert, pero entonces la invención de Lindon fue mejorada por la firma
Mac Intosh & Co, con gran suceso.
En 1871 con la formación de la Rugby Football Union, siguiendo el ejemplo del football association que lo
había hecho en 1863, comienzan a codificarse las reglas de juego por lo que algunos dirigentes tratan de normalizar la forma y las dimensiones de la pelota.
Por oposición, los jugadores del football association utilizaban la misma pelota pero más redondeada, casi una
esfera perfecta, para que rodara mejor.
Con el paso del tiempo comenzaron a diferenciarse aún más los balones, acentuando la forma oval para el
rugby-football y la redondez cada vez más perfecta para la pelota utilizada por los equipos de football-association.
En el primer match internacional con balón oval se disputó entre Escocia e Inglaterra, el 27 de marzo de 1871
en el campo de la Academia de Edimburgo (Reaburn Place), Escocia ganó por un gol y un try contra un try de Inglaterra, jugándose en dos tiempos de cincuenta minutos y cada conjunto alistó a 20
jugadores.
GILBERT, la empresa que dio su nombre a la pelota
Con el paso del tiempo la familia Gilbert quedó asociada a la fabricación de pelotas de rugby. Al fallecer
William en 1877, la empresa familiar fue continuada por su sobrino James (1831-1906). James Gilbert era muy querido por los antiguos rugbiers y muy reconocido por su sorprendente capacidad
pulmonar para inflar las pelotas utilizadas en los partidos más importantes.
La empresa familiar floreció a tal punto que en 1851, decidieron exhibir sus productos en la Gran Exposición
de la Industria que se realizó en Londres ese año. Allí presentaron la pelota "Match" y su constructor recibió una medalla de plata por este artículo expuesto.
Una pelota como la "Match", es conservada aun en el Museo Gilbert por los descendientes de William. Era un
balón más grande y menos oval que los actuales. Los alumnos del colegio de Rugby lo aceptaron entusiasmados y por muchos años fue la pelota elegida.
Sucesivas modificaciones acentuaron la forma oval del balón lo que le permitió mejorar las técnicas de
traslado manual y patada a los postes.
En 1906, a la muerte de James, su hijo James John (1856-1917) tomó a su cargo la empresa y con un conocimiento
intuitivo del juego continuó apoyando a los aficionados al juego del rugby a través de la manufactura de los clásicos balones.
Finalmente, al fallecer James John, se hizo presente la cuarta generación Gilbert involucrada en el negocio.
Un nuevo James, el tercero, se sumó a la compañía. Este James estaba sirviendo en el ejército en Francia cuando murió su padre en 1917. Luego de la Primera Guerra Mundial, James III volvió para
colocarse al frente de la empresa siendo muy meticuloso en todo lo que hacía. Llevaba prolijamente las cuentas y se encargaba que cada pelota Gilbert mantuviera su crédito y excelencia. Se
encargó mantener la marca Gilbert a la vanguardia del juego y realizó un gran esfuerzo para ampliar el área comercial al exportar sus productos a Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia.
Personalmente verificaba y sellaba cada una de las pelotas Match para asegurarse que fueran de la más alta calidad. Sus descendientes siguieron la línes marcada por la familia Gilbert, hasta la
actualidad.
Es así, que cuando tenemos una Gilbert en nuestras manos, de alguna manera nos conectamos con los
orígenes más lejanos de nuestro deporte, en aquella escuela del pueblo de Rugby, donde la historia comenzó.
Silencio...palos
SILENCIO, A PALOS.
Si hay una afición deportiva que a día de hoy sea políticamente incorrecta esa es la del mundo del rugby. Si
hay un público cuyo comportamiento se basa en una filosofía, en una sabiduría, esa es la del oval. Si hay un grupo humano que acude cada fin de semana a los campos con el único deseo de disfrutar
del juego y de cumplir su compromiso como guardas protectores de una esencia que desde hace mucho tiempo alimenta cuerpos y almas, ese es el de los rugbiers.
De todas las curiosidades que las hinchadas del rugby despiertan en los neófitos, que son muchas, a mí me
gusta destacar dos. Una de ellas, quizá la más importante, es la que da nombre a mi sección: el silencio sepulcral cuando cualquiera de los dos equipos va a patear a palos un golpe de castigo o
la transformación de algún ensayo.
La otra es el aplauso. Ese gesto sencillo de coordinación manual, que en el caso del oval va también
coordinado con el saber y la elegancia de este deporte. Son muchos los momentos que durante un partido el aplauso es sincero sinónimo de tributo y a algunos les resulta chocante.
Cuando se realiza un cambio, indistintamente de cualquier equipo. Es la forma de reconocerle la entrega y el
esfuerzo hasta la extenuación.
En cada scrum o touch ganada, en cada ensayo conseguido o en cada balón que pasa entre palos. Así se
reconoce el éxito, el trabajo bien hecho que se gesta en cada entrenamiento.
En cada error que se comete. Sí, he dicho error, porque en el rugby no hay tiempo ni lugar para la
recriminación. Ese espacio siempre lo ocupa la corrección fraterna, la comprensión y el deseo de superación
Cuando el árbitro, elemento indispensable de la fiesta, decreta que se ha cumplido el tiempo de tan noble
lid. En ese momento el aplauso es para todos y cada uno de esos guerreros, de esos cides ovaladores que lo han dado todo sin perder nada. Por perder no pierden ni las formas.
Y por último, el aplauso que todos y cada uno de los jugadores de ambos equipos brindan con sinceridad a sus
adversarios mientras recorren con la cabeza bien alta un pasillo lleno de respeto y reconocimiento. Contemplarlo vale más que mil palabras.
Todo esto es lo que hace, que saliendo del sopor y liberándome del escay que se pega a mi cuerpo en esta
calurosa tarde, deje de teclear, me ponga de pie y tribute una cálida y sincera ovación a todos aquellos que oléis, fomentáis, respiráis y os alimentáis del oval.
Sueño con un calendario de división de
honor que dure al menos diez meses.
Padres de familia: La educación de
nuestros hijos tiene que tener exigencia y aplausos. Descanso y esfuerzo. Autoridad y respeto. Contenidos y naturaleza. El rugby nos ayuda, ¡estamos salvados!
Silencio en la sala.
¿Que el burro va a hablar?
No, que se disuelven las cortes. A recoger y a casa.
Pues de deberes para la campaña, que todos los candidatos vean un partido diario de rugby.
¿De ese deporte en el que se hace silencio cuando hay patada a palos?
Sí, ese. Así que aprended. Menos cotorras, menos demagogia y más silencio.
El Cid Ovalador
Ser rugbier a los 75 años
La vida del rugbier no termina nunca y eso queda claro cuando uno escucha la historia del inglés John Goldman, que con
75 años de edad, sigue jugando partidos de este deporte tan lindo.
Su historia con el rugby inició de grande pero cuando llegó, fue amor a primera vista. "Empecé jugando en
la secundaria y me divirtió, al próximo fin de semana me dijeron si tenía libre para volver a jugar y así comencé en Teddington de segunda línea", cuenta el experimentado jugador.
"Siempre me pasó lo mismo y me sigue pasando, desde que suena el silbato del referee a los 80 minutos, no
me quiero ir de la cancha, quiero volver a empezar".
Después de esa experiencia, comenzó a jugar en el Mill High Rugby y ahí decidió cambiarse a pilar, puesto
que aún mantiene.
La salud de Goldman es cosa seria: tuvo un cáncer del cual se curó en dos oportunidades, una cirugía de
bypass en el corazón y una seria operación de la espalda. Así todo, sigue entrando entre las dos Haches.
"El rugby es especial porque está basado en la integridad y en el respeto. No importa cuán difícil sea el
partido, siempre hay razones para sonreír".
Tiene algunos métodos de entrenamiento que no son convencionales y tal vez eso lo hace haber llegado a
esta edad con ganas. Pasea al perro y cuando nadie lo ve, tacklea árboles.
Encima tiene objetivos: "Nunca hice un try, supongo que no es mi trabajo pero podría mejorar
eso".
Rugby: jugadores del XV de Francia monitoreados por GPS
Para aumentar el rendimiento, los azules juegan bajo la estrecha supervisión de una unidad GPS pequeña, un invento francés también usado por Bayona y Stade La Rochelle. explicaciones
M
ais lo que es poco
joroba entre los hombros de los jugadores de la selección francesa del rugby ? Desde el comienzo de los torneos de seis naciones, la pregunta molesta a la audiencia mientras que proporciona, además, una distracción oportuna a los malos resultados de los azules y el
aburrimiento mortal generada por algunos juegos.
Una unidad de GPS
A juzgar por supportrices en lugar antiestéticas que, sin embargo, plébiscitent el color de la camiseta de los franceses, este bajo crecimiento no es otro que el pequeño cuadro de
una baliza
GPS llamado SensorEveryWhere . El objetivo de esta tecnología, obviamente, no se localice los jugadores del XV de Francia, sino para permitir que sus entrenadores
para analizar
su rendimiento, individual y colectiva,para extraer lecciones que pueden ayudar a progresar y desarrollar nuevas estrategias eficaces de juego. Y este año, hay trabajo que hacer.
Una joya de la tecnología "made in France"
La aplicación de GPS
para el deporte comenzó allí diez años para el rugby ,
Australia y Nueva Zelanda, antes de popularizar a otros deportes en Europa y en el mundo. Hoy en día, muchos
equipos grandes están equipados con un sistema de este tipo. El XV de Francia, sin embargo, tiene una joya de la tecnología única, diseñada por una empresa
francesa, simulación digital, y construido en su totalidad en el Valle del Oise (la parte de la computadora en Jouy-le-Moutier, las cajas herblay).
En vivo y en tiempo real
Si otros fabricantes ya ofrecen este tipo de producto en el mundo, Digital
Simulationes, de hecho, el único que ofrece en vivo los datos utilizables y en tiempo real. Un exploit para esta empresa creada allí sólo cuatro años por tres socios especializados
en geolocalización
militar y habían diseñado originalmente un sistema para equipar a los soldados. Tras una reunión con un funcionario de la Federación Francesa de Rugby (FFR) que luego se acordó financiar
el desarrollo industrial de Producto de t, el proyecto está orientado hacia el deporte. La compañía ha firmado un acuerdo con la unidad científica de la FFR, alcanzado en 2013
una facturación de 300.000 euros.
Como funciona ?
Si el recinto creado por simulación digital se utiliza para la formación de los azules desde la Copa Mundial de Rugby 2011, los jugadores
de rugby son los primeros atletas franceses tienen el derecho de usarlo en un
partido oficial . Los jugadores llevan un sensor
se metió en un bolsillo situado entre los omóplatos , que registra sus movimientos en el campo. información centralizada se analiza inmediatamente por ordenador
y preparadores
físicos pueden ver en tiempo real los datos de los treinta: la velocidad, la distancia recorrida, sino que también gasta energía y la potencia generada por los campeones, o el impacto
de los choques. El sistema proporciona el personal técnico adecuado que trabaja en el campo. Por lo tanto, durante un juego, el medio scrum del equipo de Francia, Morgan
Parra, tras sufrir una entrada violenta en el cuello, inmediatamente sacado del campo por su seguridad de los entrenadores que habían analizados el impacto del derrame cerebral en su
ordenador. La herramienta, obviamente, también
se utiliza para el interrogatoriodespués del partido y permite la edición de las estadísticas de todo tipo en forma de tablas de Excel.
Un repaso a los récords en la historia del Super Rugby
POR: Facundo Quiroga - Rugbytime
Fotos: Getty Images
El torneo que afrontará una nueva e inédita temporada, cuenta con distintas marcas a nivel de jugadores,
equipos y del certamen
El equipo que más puntos ha anotado en un solo partido son los Crusaders, que le marcaron 96 a Waratahs para vencerlos en
la fecha 12 del torneo de 2002. Sin embargo, el partido que más puntos combinados tuvo fue el duelo entre Lions (65) y
Chiefs (72) de 2010 (137 puntos totales).
La franquicia que más tries anotó en un solo juego fueron los Crusaders (14) en el encuentro de 2002, pero el partido con más
tries fue el mencionado Lions vs Chiefs de 2010 (18 conquistas).
El jugador que más puntos anotó en un encuentro fue Gavin Lawless de Sharks con 50 tantos ante Highlanders en la temporada de 1997. Mientras
que 11 jugadores comparten la marca de haber anotado 4 tries (máxima cantidad) en un solo juego.
El equipo que más puntos anotó a lo largo de una misma campaña son los Crusaders de 2005 con 541 puntos totales y el que
más puntos recibió en un torneo son los Southern Kings de 2013 con 590 tantos en contra.
En 2005 los Crusaders también se convirtieron en la franquicia que más tries anotó en una sola campaña con 71, mientras que
los Lions de 2007 son el que menos marcó: 13 conquistas.
El jugador que más puntos anotó en una sola temporada es Morné Steyn (Bulls) con 263 tantos en 2010 y los que más tries anotaron en una sola
campaña fueron Joe Roff (1997) y Rico Gear (2005) con 15 conquistas.
El jugador que ostenta la mayor cantidad de partidos en la competencia es Keven Mealamu, aún en actividad con 175 (en sus etapas en los
Blues -164- y los Chiefs -11-). Lo sigue Nathan Sharpe con 162 partidos y Ma’a Nonu (en actividad, pero jugando en Francia) con
160.
El jugador que más encuentros disputó de manera consecutiva es Caleb Ralph con 104, seguido por Pedrie Wannenburg (99) y
David Croft (94). Quien más veces fue capitán de un equipo es Victor Matfield (83), seguido por Nathan Sharpe (81) y
Richie McCaw (75).
El máximo anotador histórico del torneo es Dan Carter con 1708, seguido por Morné Steyn (1431) y Stirling
Mortlock (1036). Los récords totales de tries le pertenecen a Doug Howlett (59), seguido por Caleb Ralph (58) y Joe
Roff (57).
El try más rápido de la historia del torneo lo marcó Bryan Habana ante Cheetahs en 2011 con 8 segundos. El jugador más
veterano en disputar un encuentro es Brad Thorn con 39 años y 67 días, mientras que el más joven es James O’Connor con 17 años y
288 días. La mayor concurrencia se dio para el partido entre Waratahs y Crusaders por la final de 2014 con 61.823 personas.
¿Sabés quiénes son los Barbarians?
POR: RugbyTime.com -
Cuando juegan los Barbarians todos saben que se presentan los mejores jugadores del mundo. Pero pocos conocen el motivo de este seleccionado de seleccionados y sus pormenores. En la
POSTA de esta semana te develaremos el secreto del mejor equipo del mundo y cual es su filosofía
Hay que remontarse al año 1890 para descubrir el origen de los “Bárbaros”o Baa-Baas. En esa época, el final de las temporadas deportivas significaba un largo tiempo sin actividad
para los jugadores. Fue William Percy Carpmael, integrante de Blackheath de Londres, quien vio la oportunidad de jugar junto a sus amigos en una gira por el norte de Inglaterra.
Al descubrir el éxito de esta reunión, el Barbarian Football Club concretó su primera gira, fijando el 27 de diciembre de ese año la fecha de sus primeras presentaciones oficiales jugando ante
los equipos de Hartlepool Rovers y Bradford. A partir de allí se definió a los Barbarians como un club de rugby que reúne jugadores para disputar unos partidos cada año,
disfrutar de la camaradería de este deporte y jugar atacando, con un “rugby aventurero” o abierto y dinámico, sin la presión de tener que ganar.
Para ser parte de esta elite, el único camino es recibir una invitación. Los requisitos para poder vestir la camiseta blanca y negra son simples, ser jugador de rugby de buen nivel y comportarse
como un caballero tanto dentro como fuera de una cancha. El combinado de los mejores del mundo se jacta de no haber discriminado a nadie por su raza, color ni religión, y desde 1890 han
formado parte del mismo jugadores de 25 nacionalidades diversas. Además, una vez concretada una invitación, el jugador pasa a ser miembro vitalicio del club Barbarians.
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También conocidos como los Baa-Baas, no tienen una sede fija donde reunirse para realizar sus entrenamientos, sino que las invitaciones que reciben para jugar los llevan a distintos lugares donde
se preparan para cada enfrentamiento; hasta 2008 han tenido participación en 18 países diferentes. Y entre sus apariciones más recordadas hay dos que resaltan en la historia: la primera ante los
All Blacks en Cardiff en 1973, con un resultado 23-11 a su favor; la segunda remonta a 1961, cuando los Springboks sudafricanos estaban por finalizar su gira por Gran Bretaña de manera invicta
hasta que se cruzaron en el último partido con los Barbarians, quienes ganaron 6-0 y se quedaron con el trofeo Springbok Head (otorgado al primer equipo que vencía a Sudáfrica en cada gira).
Cabe destacar que es una costumbre institucionalizada que en cada cierre de gira de un equipo del Hemisferio Sur (alguno de las Tres Naciones), el último partido de su gira se realice contra los
Barbarians. Un dato curioso es que este famoso combinado se enfrentó una sola vez con Los Pumas. Fue en 1990, en Cardiff, y los albicelestes cayeron por 34 a 22. En 2007, el seleccionado
argentino se midió con los Barbarians franceses.
Más de 2800 jugadores de rugby en el mundo han representado a los Barbarians en estos casi 118 años de existencia. Entre ellos no se puede dejar de mencionar al irlandés
O’Reilly, que hizo 30 apariciones para el club entre 1955-62 y anotó la mayor cantidad de tries, 38. Otros destacados que han jugado más de 20 partidos son los ingleses Budge Rodgers, John
Spencer, Ron Jacobs y el galés Phil Bennett.
Entre las invitaciones realizadas por este conjunto internacional figuran jugadores argentinos como Fabio Gómez, Diego Domínguez, Sebastián Salvat, Gonzalo Quesada, Agustín
Pichot, Rolando Martin, Pedro Sporleder, Lisandro Arbizu, Federico Méndez, Martín Scelzo, Eduardo Simone, Federico Pucciarello, Mario Ledesma y Juan Martín Hernández. Por su parte, existen casos
como el reciente de Felipe Contepomi, en el que tuvo que negar la invitación debido a las exigencias que tienen con tantos compromisos deportivos.
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Hay que aclarar que además existen combinados Barbarians en cuatro países, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Francia y Australia, que tienen como base el espíritu original de este
seleccionado, pero dependen de sus propias uniones y no del tradicional Barbarian FC. Hugo Porta, por ejemplo, formó parte de los invitados por el combinado sudafricano en la década de 1980.
El último partido jugado por los Barbarians fue este martes 27 de mayo ante Irlanda, y cayeron derrotados 39 a 14. El combinado estuvo integrado por los siguientes jugadores
titulares: Peter Hewat (London Irish); Sosene Anesi (Chiefs y Nueva Zelanda), Morgan Turinui (Reds y Australia) (capt), Jaco Pretorius (Stormers y Sudáfrica), Lesley Vainikolo (Gloucester e
Inglaterra); Stephen Larkham (Australia), Michael Claassens (Bath y Sudáfrica); Ollie Le Roux (Leinster y Sudáfrica), Sebastien Bruno (Sale Sharks y Francia), Cobus Visagie (Saracens y
Sudáfrica), Kris Chesney (Saracens), Ross Skeate (Stormers), Craig Newby (Highlanders y Nueva Zelanda), David Croft (Reds y Australia), Pedrie Wannenburg (Blue Bulls y Sudáfrica). Además
ingresaron en ese partido Mitchell Chapman (Brumbies), Glen Jackson (Saracens), Mark Regan (Bristol e Inglaterra), Patrice Collazo (Gloucester y Francia), Santiago Dellape (Biarritz e Italia),
Andy Gomarsall (Harlequins e Inglaterra) y Tyrone Smith (Brumbies).
Los All Blacks, cerca de dejar su sello en la bandera neozelandesa
POR: Diario As - España -
Foto: Getty Images
El clásico helecho de plata, tradicional elemento del seleccionado de rugby, podría ser parte de la nueva bandera del país oceánico
La influencia de los All Blacks, proclamados hace poco más de un mes campeones del mundo de rugby por tercera vez en la historia, es
decir, más que nadie, es tal en su país, que su logo podría estar incluido en la nueva bandera de Nueva Zelanda.
El país de la nube blanca, como también se le conoce, está en el proceso de elegir una nueva bandera nacional. El plazo establecido
para votar por los nuevos diseños comenzó el 20 de noviembre y ha terminado este viernes.
Y, a la espera de los resultados definitivos que se conocerán el próximo martes, el modelo más votado es el Silver Fern, que lleva una hoja de helecho y en el
que priman los colores blanco, negro y azul.
El objetivo de esta iniciativa en Nueva Zelanda es diseñar una nueva enseña nacional para el país distinta de la actual, que resulta muy similar a la de
Australia. Según los datos ofrecido por la Comisión Electoral, un total de 1.527.042 personas han votado en este primer referéndum, en el que se presentaban
cuatro modelos seleccionados.
Ahora, una vez conocido los datos de esta primera votación, habrá que esperar a un segundo reférendum donde decidirán, definitivamente, si optan por el
modelo ganador de la primera votación o por la bandera tradicional del país.
Con el rugby a todas partes
Rugby Didáctico
recorrió las 24 provincias de la Argentina y Sebastián Perasso, el autor de la saga, te invita a conocer historias que merecen ser contadas.
Por Sebastián
Perasso
@rugbydidactico
Los tiempos modernos
han traído consigo gratas noticias en términos de difusión del juego y, en ese sentido, yo he sido un testigo privilegiado de ese crecimiento y esa transformación en torno a nuestro deporte. Hoy,
al rugby lo juegan todos y en todas partes. Esa es una realidad palpable y que yo he tenido la oportunidad de comprobar gracias a mis viajes de rugby en el último lustro.
Además, otro dato de
valor. El rugby ha llegado a todos los estamentos sociales; ha dejado de ser un deporte elitista y de clases para expandir sus fronteras a todas las clases sociales. Es cierto que se sostiene con
frecuencia que “el rugby es un deporte elitista” pero, a la luz de los hechos, ese preconcepto hoy no tiene el más mínimo sustento. El rugby de corte social se ha diseminado por todo el país y
constituye el fiel reflejo de una apertura del rugby hacia todos los rincones de nuestra comunidad.
Por otra parte, un
dato no menor: el rugby ha llegado hasta las cárceles y yo he sido testigo de ese desembarco. He tenido la oportunidad de visitar las cárceles de Batan, Campana o San Martín por ejemplo.
Historias fuertes y de una riqueza sin parangón. En las unidades penitenciarias, el juego goza de un crecimiento sostenido en los últimos años y ello constituye una muestra acabada de que nuestro
deporte ha llegado a todos los estratos de nuestra sociedad…
Debo decirlo. El
rugby ha sido muy generoso conmigo. A partir de 2009 cuando me invitaron a dar mi primera charla en el club Old Ressian de la Ciudad de Rosario, las invitaciones se fueron sucediendo con
frecuencia y en esa vorágine de viajes y nuevos lugares fui conociendo un mundo que para mi era hasta entonces desconocido. Fui aprendiendo la idiosincrasia de cada provincia y de cada lugar del
país donde se practica rugby, como así también sus particulares desafíos y problemáticas.
Hoy, seis años
después de mi primer viaje he completado mi periplo que me ha llevado a todas y cada una de las provincias de nuestro país a través del rugby. El juego me ha permitido conocer realidades muy
distintas, parajes increíbles e historias de vida que merecen ser difundidas. Son historias construidas en base a una enorme cuota de sacrificio y tesón, pero sobre todo mucha pasión por el
juego.
Desde San Salvador de
Jujuy hasta la lejana Ushuaia; desde Chilecito en la Provincia de La Rioja, hasta la ciudad de Nogoya en Entre Rios, o desde la bella Iguazu hasta el inhóspito paraje de Rio Turbio, en la
Provincia de Santa Cruz, el rugby me ha llevado de paseo a todos lados.
Les propongo recorrer
y compartir juntos a través de mi pluma cada provincia de nuestro país, en donde las historias de rugby se suceden con inusitada frecuencia y logran dejar una marca indeleble en todos aquellos
que juegan o enseñan esta disciplina.
Son historias de
héroes anónimos que entregan no solo su tiempo, sino también su esfuerzo, sus ganas y muchas veces su propio sustento económico con tal de permitir que el juego y sus bondades se desparramen como
regadero de pólvora en toda la comunidad en la que viven.
Los invito a conocer
cada semana las distintas realidades del rugby en cada provincia de nuestro país, con la seguridad de que podrán enriquecerse de historias de rugby – y de vida – que merceden ser
contadas.
Rugby: el qué y el por qué de los apodos de las selecciones
En el deporte de la guinda los apodos son una forma cariñosa de identificar al equipo, dominan sobre los nombres y los 20 representantes nacionales tiene un por qué.
Algunos deben su seudónimo a sus raíces tribales, a algún animal o flor popular y otras a historias de mal entendidos que terminaron marcando su identidad, como el caso del elenco argentino.
El apodo de Los Pumas nació en una gira de 1965 por Rhodesia del Sur y Sudáfrica, donde se logró una histórica victoria ante los juniors Springboks por 11 a 6 en Ellis Park. Fue un error
del reportero del semanario The Weekly Farmers que confundió el yaguareté impreso en el logo de la UAR lo que le dio nombre al seleccionado nacional.
El sobrenombre neozelandés All Blacks surgió cuando el equipo hizo un tour por Islas Británicas, Francia y América. Hay varias historias al respecto. Una de ellas reza que la prensa
inglesa los bautizó así por el color de su uniforme, todo negro.
Otra versión dice que un periodista quiso describir el rápido juego de manos de todos los integrantes del equipo y en lugar de escribir all backs (todos tres cuartos) y puso all blacks, como se
conoce desde entonces al elenco oceánico.
Australia debe el apodo Wallabies por un animal parecido al canguro pero más pequeño de tamaño, que fue elegido como emblema en 1908. Conejos había sido el primer nombre elegido por los
jugadores australianos pero al final fue rechazado.
El springbok es una gacela saltarina convertido en símbolo sudafricano y fue escogido por los propios jugadores en un tour de 1906. , "Una noche le dije a dos de mis jugadores, Roos y
Carolin, que la prensa londinense inventaría un nombre divertido sobre nosotros si no lo inventábamos nosotros mismos y así surgió el apodo", contó J.C. Carden, DT en aquella época.
Las selecciones de Gran Bretaña deben sus sobrenombres al escudo que lucen en sus camisetas, siendo de este modo el XV de la Rosa (Inglaterra), el XV del Trébol (Irlanda), el XV del Cardo
(Escocia) o el XV del Dragón (Gales).
Los rivales de Argentina
Georgia debe su apodo Los Lelos a un deporte autóctono similar. Namibia se hace llamar Welwitschias por una planta del desierto y a Tonga adoptó el de Ikale Tahi, que
significa águilas de mar.
Los otros nombres
Italia: se le dice Azurri, por el color azul de su camiseta.
Francia: les Blues, también el tono de su casaca.
Rumania: Los Robles, al ser una hoja de este árbol uno de los símbolos del país.
Fiji: son los Fiyianos voladores, por su juego veloz.
Samoa: Manu Samoa en honor a un famoso caudillo del país.
Estados Unidos: Las Águilas.
Canadá: los Canucks, que es un término acuñado en el siglo XIX para denominar a los canadienses en general, y que se refiere habitualmente a los que trabajan en el bosque.
Uruguay: Los Teros, el ave emblema de su escudo.
Japón: Cherry Blossoms, que significa cerezos en flor y es símbolo del país asiático.
Curiosidades del Rugby
Sabías que el escudo de Los Pumas en realidad no es un puma sino que es un yaguareté. La confusión se dio en una gira en Sudáfrica en 1965,
cuando confundieron al yaguareté con un puma.
Sabías que el trébol (shamrock) de Irlanda representa a San Patricio, evangelizador de la isla de Irlanda. A
su vez, es el símbolo de ambas Irlandas que juegan juntas en la selección.
Sabías que la primer Copa del Mundo se jugó en el año 1987 y la organizaron juntas Nueva Zelanda y Australia. De esta manera, es la única Copa del Mundo
organizada por más de un país.
Sabías que los míticos All Black ganaron sólo una Copa Mundial, y fue la que organizaron junto a Australia en 1987.
Sabías que Inglaterra es el único país europeo ganador de una Copa del Mundo, en el año 2003 en Australia.
Sabías que en la final de la Copa del Mundo de Francia 2007, que Sudáfrica le gana a Inglaterra 15-6 no hubo ningún try. Todos los puntos fueron
conseguidos por penales.
Sabías que los dos únicos países sudamericanos que participaron en una Copa del Mundo son sólo Argentina y Uruguay.
Sabías que la rosa de la camiseta de Inglaterra es así debido a episodios del siglo XV, cuando la guerra de las dos rosas enfrentó al país. Los Lancaster (una rosa roja como
escudo), enfrentaron a los York (una rosa blanca). Henri Tudor, descendiente de los Lancaster, fue rey y se casó con Elisabeth de
York.
Desde entonces, las casas reales tuvieron como emblema una rosa roja con el corazón blanco.
10 CURIOSIDADES DE LAS COPAS MUNDIALES DE RUGBY. ¿SABIAS QUE...
1- La mayor cantidad de puntos en un partido la tienen los All Blacks por 145-17 frente
a Japón en Sudáfrica 1995. También ostentan la mayor diferencia de puntos con el 142-0 a Namibia en Australia 2003, precisamente el rival al que se enfrentarán el próximo
jueves 24
2- Francia es la única selección que ha sido finalista, en concreto fueron tres ocasiones (1987, 1999 y 2011), pero no ha logrado
salir campeón; los otros finalistas son los cuatro campeones mundiales (Inglaterra, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda).
3- Nueva Zelanda siempre ha quedado primera de grupo en las siete RWC disputadas. Otras ocho selecciones han liderado un grupo al
final de la primera fase: Francia (cinco veces), Sudáfrica y Australia (cuatro), Inglaterra (tres), Gales (dos) y Argentina, Irlanda y Escocia (una).
4- El que más penales convertidos ostenta en su palmares mundialista es Jonny Wilkinson con 58 (1999-2011). Pero en una
misma edición la marca la tiene Gonzalo Quesada, con 31 en 1999.
5- Wilkinson repite como el que más drops ha conseguido, con 14 (1999-2011), incluido el que otorgó el título a Inglaterra en
Australia 2003. Mundial en el que convirtió 8 drops, récord también en una sola edición.
6- Inglaterra es el único campeón que no pertenece al Hemisferio Sur.
7- Twickenham recibió la segunda final mundialista tras la de 1991, una marca que iguala al Eden Park de Auckland, que acogió
las de 1987 y 2011.
8- El vigente campeón del Torneo VI Naciones nunca ha superado la ronda de cuartos de final; sin embargo, Irlanda llega este año
con opciones de algo más que superar esa ronda.
9- El jugador que más ediciones había jugado hasta ahora era Brian Lima (Samoa) con cinco Mundiales (1991-2007), pero en esta
edición le igualarán el italiano Mauro Bergamasco y el rumano Ovidiu Tonita.
10- El jugador que más partidos ha disputado en la historia de los Mundiales es Jason Leonard (Inglaterra) con 22
(1991-2003).
El rugby tuvo sus orígenes en uno de los colegios más tradicionales y añejos de Inglaterra, y además le debe el nombre a ese colegio: El Rugby School.
Rugby School es uno de los
colegios más tradicionales y añejos de Inglaterra. Fue fundado en 1567 gracias al dinero aportado por Lawrence Sheriff. Es uno de las 9 grandes escuelas publicas inglesas, definido así
por el acta de escuelas publicas de 1868. Algunas de las personalidades más destacadas que estudiaron en la Rugby School son William Webb Ellis, los poetas bélicos Rupert Brooke y John
Gillespie Magee Jr, el primer ministro Neville Chamberlain, el autor y matemático Lewis Carroll, el poeta y crítico cultural Matthew Arnold, el autor de la crítica social Salman Rushdie y
el cantautor Luke Howard.
La tradición atribuye la invención del rugby a un estudiante de teología del Colegio de Rugby. Según el relato tradicional, en 1823, durante un partido de fútbol, William Webb
Ellis (nombre que adoptó la Copa que se pone en juego durante los mundiales), contrariando a las reglas del fútbol, tomó la pelota con las manos y la llevó hasta la meta contraria,
obteniendo un goal.
Las Reglas de Rugby fueron escritas el 28 de agosto de 1845 por tres estudiantes,William Delafield Arnold, W.W. Shirley, y Frederick Hutchins. Estaba integrado por una serie de
considerandos y 37 reglas que constituyen el primer antecedente reglado del rugby moderno.
Allí figuran reglas que luego señalarían la identidad del juego, como los arcos en forma de hache, la conversión, el uso de las manos para llevar la pelota, la reglas del off-side, el
“knock-on’, el “scrummage’, el marck, el “hacking’ (dar puntapiés, del verbo inglés “to hack’, cortar a hachazos) debajo de las rodillas, etc.
A las reglas de Rugby (se decía el fútbol de Rugby, por el estilo que se jugaba en esa institución) otros colegios opusieron reglas en las que se limitaba considerablemente el uso de las
manos y el papel de la fuerza física. Entre estos colegios se destacaron las reglas escritas por Eton (1847) y Cambridge (1848). Allí se sostenía que en sus reglas se promovía más la
habilidad, mientras que en las de Rugby se promovía más la fuerza.
El reglamento de los primeros años varía mucho del actual. Por entonces el try valía sólo un punto y el goal tres puntos.
Try, o sea el acto de apoyar la pelota en el ingoal contrario, es una palabra que en ingles que significa tratar o intentar. El hecho de asentar la pelota daba derecho a intentar u goal
por medio de un puntapié. El goal se producía de cuatro formas: por la conversión de un try; por una penalidad; por un puntapié libre, y en cualquier momento, desde cualquier lugar de la
cancha, siempre que la pelota pasara entre los postes del arco y por arriba del travesaño.
Originalmente no se ganaba un partido sin convertir un goal. Luego se acordó a dar por vencedor al equipo- no habiéndose marcado goal- que más tries hubiera marcado. Luego tres tries
fueron considerados el equivalente a un goal, terminándose por último en 1905, por adoptar el actual método de computar puntos.
En 1937 se discutió largamente sobre el valor que correspondía a un drop-goal, resolviéndose que valiera sólo tres puntos, teniendo en cuenta que un try, de más difícil factura, debe
primar sobre el puntaje del drop-goal.
Agradecemos muchos datos obtenidos del sitio Rugbytime.com.ar
William Gilbert (1799-1877) fue un zapatero, proveedor oficial de la Escuela de Rugby, por entonces los zapatos eran un artículo de lujo, que sólo se desechaba cuando ya no había
forma de remendar, o sencillamente ya no entraban los pies de su dueño… Gilbert vivía muy próximo a la famosa public school donde atendía una pequeña tienda en el número 5 de la calle St.
Mattew de Rugby en Inglaterra.
Pronto cayó en cuenta que la nueva modalidad de fútbol que se estaba jugando en la referida escuela, podía resultar en una oportunidad de buenos negocios. De hecho que él no fue quién
inventó la forma de hacer las pelotas, pero si le buscó la vuelta a la forma, a los efectos de que fuera más fácil de transportar con las manos.
Así fue como comenzó a recorrer las casas de campo buscando los cueros de animales más apropiados para manufacturar las envolturas. Cortaba el cuero en cuatro piezas, las cosía y luego
las dejaba secar. Así se fabricaba la envoltura en la que se introducía una vejiga de cerdo (eso le permitía adquirir la original forma ovoide) y luego se le insuflaba el aire soplando ‘a
pulmón’ a través de una boquilla de pipa. Para finalizar, se cerraba el orificio de la envoltura con un cordón de tiento dando lugar a un balón no del todo redondo ni del todo puntiagudo
por tanto está claro que aún el balón no había alcanzado aún su forma definitiva actual.
Hacia el año 1860, el químico británico Charles Hanson Greville Williams descubrió que el caucho natural era un polímero del monómero isopreno y hacia 1870, el caucho reemplazó
definitivamente a la vejiga.
Para esa misma época Richard Lindon, otro artesano de Rugby, había fabricado la primer cámara de caucho inflable que se utilizó en una pelota de rugby. En un primer momento estas pelotas
se revelaron menos resistente que las Gilbert, pero entonces la invención de Lindon fue mejorada por la firma Mac Intosh & Co, con gran suceso.
En 1871 con la formación de la Rugby Football Union, siguiendo el ejemplo del football association que lo había hecho en 1863, comienzan a codificarse las reglas de juego por lo que
algunos dirigentes tratan de normalizar la forma y las dimensiones de la pelota.
Por oposición, los jugadores del football association utilizaban la misma pelota pero más redondeada, casi una esfera perfecta, para que rodara mejor.
Con el paso del tiempo comenzaron a diferenciarse aún más los balones, acentuando la forma oval para el rugby-football y la redondez cada vez más perfecta para la pelota utilizada por los
equipos de football-association.
En el primer match internacional con balón oval se disputó entre Escocia e Inglaterra, el 27 de marzo de 1871 en el campo de la Academia de Edimburgo (Reaburn Place), Escocia ganó por un
gol y un try contra un try de Inglaterra, jugándose en dos tiempos de cincuenta minutos y cada conjunto alistó a 20 jugadores.
GILBERT, la empresa que dio su nombre a la pelota
Con el paso del tiempo la familia Gilbert quedó asociada a la fabricación de pelotas de rugby. Al fallecer William en 1877, la empresa familiar fue continuada por su sobrino James
(1831-1906). James Gilbert era muy querido por los antiguos rugbiers y muy reconocido por su sorprendente capacidad pulmonar para inflar las pelotas utilizadas en los partidos más
importantes.
La empresa familiar floreció a tal punto que en 1851, decidieron exhibir sus productos en la Gran Exposición de la Industria que se realizó en Londres ese año. Allí presentaron la pelota
“Match” y su constructor recibió una medalla de plata por este artículo expuesto.
Una pelota como la “Match”, es conservada aun en el Museo Gilbert por los descendientes de William. Era un balón más grande y menos oval que los actuales. Los alumnos del colegio de Rugby
lo aceptaron entusiasmados y por muchos años fue la pelota elegida.
Sucesivas modificaciones acentuaron la forma oval del balón lo que le permitió mejorar las técnicas de traslado manual y patada a los postes.
En 1906, a la muerte de James, su hijo James John (1856-1917) tomó a su cargo la empresa y con un conocimiento intuitivo del juego continuó apoyando a los aficionados al juego del rugby a
través de la manufactura de los clásicos balones.
Finalmente, al fallecer James John, se hizo presente la cuarta generación Gilbert involucrada en el negocio. Un nuevo James, el tercero, se sumó a la compañía. Este James estaba sirviendo
en el ejército en Francia cuando murió su padre en 1917. Luego de la Primera Guerra Mundial, James III volvió para colocarse al frente de la empresa siendo muy meticuloso en todo lo que
hacía. Llevaba prolijamente las cuentas y se encargaba que cada pelota Gilbert mantuviera su crédito y excelencia. Se encargó mantener la marca Gilbert a la vanguardia del juego y realizó
un gran esfuerzo para ampliar el área comercial al exportar sus productos a Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia. Personalmente verificaba y sellaba cada una de las pelotas Match para
asegurarse que fueran de la más alta calidad. Sus descendientes siguieron la línes marcada por la familia Gilbert, hasta la actualidad.
Es así, que cuando tenemos una Gilbert en nuestras manos, de alguna manera nos conectamos con los orígenes más lejanos de nuestro deporte, en aquella escuela del pueblo de Rugby, donde la
historia comenzó.
- La forma de los palos tuvo mucho que ver con la evolución misma del Rugby. La idea de agregarle una barra y postes más largos surgió como la manera de resolver un conflicto que
se venía dando en los partidos de football rugby durante los primeros años.
Una razón inicial, reproducida por algunos textos, sugiere que debido a una repetición de jugadas que impedían marcar puntos, los organizadores resolvieron revisar las guías establecidas
para el juego y determinar una variación que permitiera seguir adelante con el mismo. El hecho era que muchos equipos se paraban en la línea de gol, dentro del arco, e impedían que su
rival les convirtiera.
Al no estar penalizado este uso, varios equipos se interponían en la línea de gol, dentro del arco, e impedían que el otro equipo anotara algún gol o try. A partir de allí, surgió por una
necesidad la idea de patear la pelota sobre la barra del arco para anotar puntos. Esto fue razonado y aprobado. Gracias a este cambio, ya no había razón para bloquear el arco.
En las leyes del “Juego del Fútbol como es jugado por la Rugby Football Union”, escritas en 1871, se detalla todo lo que tiene que ver con el rugby primitivo. En la regla número 4, el
reglamento estipula que la línea de gol o arco estará compuesta por dos postes “derechos”. Los mismos deberán medir más de 11 pies (3, 35 metros) de altura desde el suelo, separados entre
sí por 18, 6 pies de distancia (5,67 metros) y con una barra que los conecte que esté a unos 10 pies (3 metros) del suelo.
De ahí en adelante explica la validez de un tanto siempre y cuando respeta las reglas establecidas. El mismo explica que el “goal” sólo se cobraba “pateando la pelota desde el campo sin
que la misma tocara o rozara en la ropa de un rival y pasara por los postes. Pero si el balón pasara por encima de uno de los postes no se considerará gol”.
Lo cierto es que, como sucedió en la mayoría de los deportes, las modificaciones fueron surgiendo a medida que la práctica se hizo asidua. De esta manera, se pudo solucionar una
cuestión fundamental del juego ya que de haber persistido la forma original, probablemente, hubiera causado muchos problemas y el desinterés (si los partidos terminaban sin puntos)
hubiera sido el peor enemigo de esta nueva práctica deportiva
Una nota a color para los amantes de la ovalada. ¿Cuál es el club de rugby más antiguo del planeta? Pocos lo saben. Un repaso por la historia de este apasionante deporte a cargo de
RugbyTime.
En 1823 William Webb Ellis levanta la pelota en sus manos en un partido de fútbol en elRugby School de Inglaterra. Allí comenzó la historia del
rugby, pero todavía faltaban 20 años para que el primer club de rugby viera la luz.
Sin registros oficiales
La fundación del club de rugby más viejo del mundo data del año 1843. La Rugby Football Union y el libro Guinness de los records toman este
año como el del nacimiento del Guy’s Hospital Rugby Club en la ciudad de Southwark (Londres), aunque no se encuentre documentación que haya sobrevivido al paso del
tiempo.
Sin embargo, se ha encontrado algo de material más contemporaneo como un fixture de la temporada 1883/84 que se refería a la temporada número 40 de este equipo y que las autoridades consignan
como válido.
Un repaso a la historia
En sus primeros días, el club solía disputar sus encuentros en Blackheath Common, y después de la conformación del Balckheat
RFC en 1858, decidieron compartir los cuartos de vestir del hotel Princesa de Gales en 1862. Hasta ese momento las reglas de los partidos las ponían los capitanes de ambos
equipos, de común acuerdo, antes de disputar el encuentro.
Otro club de rugby se estableció en St. Thomas’ Hospital en 1864 por lo que es probable en vista de la proximidad de los dos Hospitales del Municipio (Guy’s y St
Thomas), que el deporte se haya jugado en St Thomas’ durante este periodo entre 1843 a 1864.
En los primeros encuentros, St. Thomas’ utilizaba el campo de Clapham Common, usando el recinto de The Clock Tavern como vestuarios. Luego se mudarían a Palace Ground hasta 1897 cuando se
instalarían en Chiswick hasta 1950. A partir de ese año, Cobham sería su emplazamiento definitivo.
En 1982, las escuelas médicas de Guy’s y St. Thomas’ Hospital se unieron tras más de 100 años de estar enseñando por separado. Incluso, la rivalidad era tal, que se recuerda una pelea entre
estudiantes de ambos establecimientos durante una operación, lo que obligó a suspender la misma (el paciente que estaba siendo atendido, obviamente, perdió la vida).
Esta unión ayudó a que en los comienzos de los 90’s se oficializara el nombre de Guy’s and St. Thomas’ Hospital Rugby Club.
Entre sus hechos destacados se encuentra la obtención de 35 campeonatos de la United Hospital Challenge Cup (el primer y más añejo torneo de rugby jamás disputado) como Guy’s y otras 15 de
parte del St. Thomas’. Además, promovió a 31 jugadores al plano internacional y representantes de los Lions (si bien tomaron esa denominación en 1910, ya se conformaban combinados británicos
e irlandeses mucho antes de esa fecha).
Fundador de la RFU
El 26 de octubre de 1863, en la taberna Freemason’s, 11 representantes de los clubes e instituciones que practicaban el rugby se reunieron para discutir las reglas a
utilizar. No hubo acuerdo. Prevaleció la mayoría de reglas del fútbol tradicional, aunque se autorizó a correr con la pelota en sus manos al jugador que la hubiera recibido de un voleo o
recogido en su primer pique. Subsistieron las zancadillas y los puntapiés a la pierna del rival, a quien, además, se lo podía tomar de un brazo. Nadie quedó conforme y no hubo acuerdo ni el
26 de noviembre ni el 8 de diciembre, en reuniones posteriores. Así se iniciaron y se desarrollaron, por caminos diferentes, el fútbol por un lado y el rugby por el otro. El rugby prohibió de
inmediato zancadillas y puntapiés, lo que encontró enorme resistencia pública y una fuerte repercusión en contra de parte del periodismo.
Pero el fútbol a la manera de la escuela de rugby ya se había impuesto y el 26 de enero de 1871, en el restaurant Pall Mall, en el numero 1 de Cockspur Street, en Londres, cerca de Trafalgar
Square, se reunieron 21 clubes ingleses y fundaron la Rugby Football Union. Las entidades que tomaron parte de la reunión fueron Blackheath, Richmond, Guy’s Hospital, Wellington College,
Harlequins, King’s College, St. Paul’s School, Civil Service, Marlborough Nomads, Queen’s House, West Kent, Wimbledon Hornets, Gipsies, Law, Lausanne, Addison, Mohicans, Belize Park,
Ravenscourt Park, Flamingoes y Chapham Rovers.
En la actualidad
A la fecha, el Guy’s, Kings and St. Thomas Rugby Football Club (denominación adoptada desde comienzos de los 90’s), participa con su
primer equipo en la London League 4 South East y tiene su estadio que se denomina Guy’s Hospital Athletic Ground en el Honor Oak Park.
Derecho a la duda
Hay otros 2 clubes que pelean por la distinción de “club de rugby más antigüo del mundo”. Ellos son el Barnes RFC (conocido como Barnes Club en sus comienzos) y la Dublin University Football
Club.
El primero de ellos alega haber sido fundado en 1839 y practicar la disciplina, pero no posee documentación suficiente para probar esta versión. El segundo, tiene documentación que acredita
que el club fue fundado en 1854 y desde un primer momento se practicó este deporte, aludiendo que los pocos registros encontrados en favor del Guy’s Hospital no poseen la validez necesaria.